La realidad de la Provincia de Buenos Aires y en especial de esta porción del conurbano nos convoca a pensar y reflexionar sobre una acción concreta como parroquia mercedaria. Nos llama al “descubrimiento de Cristo que continua padeciendo en los cristianos oprimidos y cautivos, expuestos a perder su fe; y asume el compromiso práctico de caridad poniendo la propia vida al servicio de estos hermanos para que vivan la libertad de Dios”[1]
El límite parroquial abarca barrios con serias dificultades en cuanto a la niñez desamparada, la falta de oportunidades y propuestas de trabajo, que trae por consecuencia la desocupación de jóvenes y adultos por igual, un mal recurrente en nuestro país.
Como consecuencia nos encontramos con problemáticas que van en aumento:[2]
- 500 mil son los casos de embarazo adolescente en nuestro país entre chicas de 11 a 15 años
- La depresión adolescente es la principal causa de suicidio entre adolescentes de 15 a 24 años, acrecentada por los factores de riesgo.
- El alcoholismo, puerta de entrada de drogas “blandas” (marihuana) y posteriormente a las drogas duras (Paco).
- El 40 % de los adolescentes que trabaja, reprueba sus estudios o abandona los mismos.
En un capitulo aparte, pero con los mismos orígenes, se encuentra la niñez desamparada. Fruto del abandono, asociado no solo a la pobreza, sino también por proceder de familias numerosas. En los casos de hogares uniparentales (solo un progenitor tiene a cargo los hijos) el mismo debe trabajar largas jornadas para mantener a su familia y en consecuencia no hay quien se haga cargo de sus hijos.
Creemos que el “pobre” no es solo un “oprimido” sin capacidad de enfrentar sus problemas. Por ello no creemos en el “asistencialismo” ni en el “paternalismo”, en el cual muchas veces cae el estado. Creemos que el “oprimido”, es una persona concreta, capaz de recuperar su dignidad y dueña de su historia
[2] Informe realizado por Caritas Nacional-Quilmes Campaña Fraternidad 2009